Las glándulas sudoríparas están distribuidas por toda la superficie corporal. Entonces, ¿por qué las axilas sudan más y pueden llegar a oler mal, y otras partes del cuerpo no?
TIPOS DE GLÁNDULAS SUDORÍPARAS
Porque existen diferentes tipos de glándulas: las glándulas ecrinas y las glándulas apocrinas. Las ecrinas están distribuidas por toda la superficie corporal y son las responsables de la termorregulación y de la humedad en la superficie cutánea. Expulsan agua y sales minerales.
Las apocrinas (o sebáceas) son escasas, acompañan al folículo piloso y se encuentran en zonas específicas como axilas y órganos sexuales. El sudor que producen favorece el crecimiento bacteriano, responsable del mal olor corporal. Secretan grasas, feromonas y otras sustancias. Es decir, son las responsables del olor corporal de cada persona.
HIPERHIDROSIS
En el vocabulario médico, a una cantidad de sudor notoriamente superior a una sudoración normal, no necesariamente relacionada con el calor o el ejercicio, se le denomina hiperhidrosis. La hiperhidrosis puede localizarse en cualquier parte del cuerpo, incluidas, claro está, las axilas.
Diferenciamos dos tipos de hiperhidrosis: hiperhidrosis primaria focal e hiperhidrosis secundaria generalizada. La primaria es la más común y afecta principalmente a las palmas de las manos, de los pies y a las axilas. La secundaria es provocada por una condición subyacente como pueden ser una enfermedad o una medicación
HIPERHIDROSIS AXILAR
La hiperhidrosis axilar es, tras la palmo-plantar, la más común. La padecen entre un 30 y un 50 % de los pacientes diagnosticados con hiperhidrosis. Empieza durante o tras la pubertad y suele ser más pronunciada en la axila derecha que en la izquierda.
EL DIAGNÓSTICO
El primer paso es determinar si se trata de una hiperhidrosis primaria o secundaria. Se podrán realizar desde una evaluación de posibles etiologías a exámenes radiológicos, pasando incluso por medir el sudor que tiñe la ropa.
Por ejemplo, se tratará de una hiperhidrosis normal cuando el paciente presenta un cerco menor a 5 cm. Y de una hiperhidrosis grave si el cerco es mayor de 20 cm.
TRATAMIENTO
En cualquier caso, las axilas suelen ser motivo de preocupación para la población en general y, dependiendo del nivel de sudoración, existen diferentes productos antitranspirantes muy efectivos, además de otras opciones terapéuticas, que ayudan a reducir la producción y liberación del sudor, además de neutralizar las bacterias y por tanto el mal olor.
Si con el uso de antitranspirantes no es suficiente para paliar la enfermedad, existen otras medidas como las inyecciones de toxina botulínica (bloquean la función de las glándulas sudoríparas) o, como último recurso, la simpatectomía transtorácica (intervención con anestesia general en la que se eliminan algunos de los ganglios del sistema simpático), pero siempre deben ser la última opción y solo en los casos más graves.
En cualquier caso, siempre es recomendable ir de menos a más. Empezar por soluciones más sencillas y menos invasivas. Sin prisa pero sin pausa. En muchos de los casos, los problemas de sudoración son más fáciles de solucionar de lo que creemos en un principio.