La hiperhidrosis no siempre se presenta de la misma manera, existen diferentes grados en función de la intensidad de la sudoración. Actualmente hay varias escalas para medir la severidad de esta patología; la más estandarizada es la HDSS (Hyperhidrosis Disease Severity Scale), que divide la sudoración en cuatro niveles según su intensidad.
Cada individuo puede verse afectado por una sudoración excesiva de manera diferente. Hay personas que la tienen en varias partes del cuerpo y otras a las que sólo se les manifiesta en una zona. Hay casos en los que la enfermedad se mantiene siempre igual y otros en los que se agudiza en determinados momentos o épocas del año. También hay muchas personas con diversas zonas afectadas de manera distinta; averiguar que grado tienen en cada zona es primordial para tratar la enfermedad de manera correcta.
Determinar el grado de hiperhidrosis es algo complejo y muy personal, la ayuda de un especialista es crucial para determinarlo y poder tratar la enfermedad.
En estos casos las percepciones y experiencias de cada uno son muy importantes para poder evaluar cada caso concreto y conocer el grado que se padece.
Los 4 grados de sudoración
Hiperhidrosis de grado I
La hiperhidrosis de grado I es la más leve en la escala HDSS y entraría dentro de lo que comúnmente se considera una sudoración “normal”. Un grado uno casi nunca afecta la vida cotidiana de la persona y no requiere de ningún tratamiento especifico más allá del uso puntual de antitranspirates.
Hiperhidrosis de grado II
En este segundo grado el sudor es tolerable, pero se empieza a evidenciar cierta sudoración excesiva y puede ser molesta en determinados momentos. Por ejemplo, una hiperhidrosis de grado II en axilas, se hace evidente a la vista y obliga a la persona afectada a descartar determinado tipo de ropa y hasta tener que hacer algún cambio de camiseta. Pequeños detalles que pueden acarrear algún que otro dolor de cabeza.
Hiperhidrosis de grado III
Un grado III es pocas veces tolerable sea cual sea la zona afectada y los pacientes con este grado de sudoración suelen empezar a tener problemas de inseguridad. Por ejemplo: muchas personas con sudoración palmar de grado tres tienen dificultades para pasar controles de huella dactilar y con el DNI electrónico. Este nivel de transpiración suele acarrear ciertas inseguridades en el día a día, así como estar preocupado siempre por el sudor.
Hiperhidrosis de grado IV
El cuarto y más alto grado en la escala HDSS representa siempre un problema grave para la persona afectada. La sudoración excesiva es más que evidente y representa un gran esfuerzo lidiar con ella, indistintamente de las zonas afectadas.
Casi todas las personas con hiperhidrosis de grado cuatro desarrollan ciertos complejos e inseguridades y puede llegar a representar una batalla emocional padecer este tipo de transpiración tan alta. Son muchas las personas con este grado con problemas de socialización en el trabajo o la escuela.
Este grado de sudor se hace tedioso incluso en casos de hiperhidrosis plantar, a pesar de no verse a primera vista el problema, ocasiona multitud de problemas derivados como hongos, mal olor, mala adherencia en prácticas deportivas y una constante sensación desagradable de frío y humedad en los pies.
Consulta a un especialista en sudoración
Independientemente del grado de sudor, es primordial hablar con un especialista, normalmente un dermatólogo, para poder atajar el problema de manera profesional.
Cada caso concreto precisa de un tratamiento específico para reducir la sintomatología y la personalización de los tratamientos es un elemento clave para el éxito en la batalla diaria contra la sudoración excesiva.