El verano es una de las estaciones más esperadas por todos, ya que llega el buen tiempo y la gente empieza a hacer planes, como ir a la playa o tomar algo en las terrazas. Sin embargo, el verano es también sinónimo de sudoración, al incrementarse la temperatura ambiente.
Desde Driosec, expertos en control integral de la sudoración, os explicamos por qué podemos sudar en verano en mayor cantidad, cuándo este sudor puede considerarse excesivo y cómo podemos reducir sudar en verano.
¿Por qué es frecuente sudar en verano?
El sudor es un proceso fisiológico normal y necesario de nuestro cuerpo, el cual, tiene la función de actuar como forma de eliminar deshechos del cuerpo y toxinas, pero sobretodo, la de regular la temperatura corporal.
Cuando la temperatura ambiente asciende, lo hace de igual forma la temperatura corporal, y para evitarlo, el cuerpo inicia el proceso de transpiración, dirigido por el sistema nervioso autónomo que responde a ese estímulo y refrigera el cuerpo.
Al aumentarse la temperatura en verano, es normal que esta sea la época en que el verano pueda ser más visible y común, sin embargo, cuando la sudoración pueda condicionar la calidad de vida y las relaciones laborales y personales, podemos estar hablando de sudoración excesiva.
¿Cómo no sudar en verano o conseguir sudar menos en verano?
Si bien, como hemos comentado, la sudoración en verano puede intensificarse debido al aumento de las temperaturas por el buen tiempo, la sudoración puede ser molesta, haciendo que busquemos soluciones para no sudar en verano o sudar menos. Pero, ¿es posible?
La sudoración es un proceso corporal muy necesario, por lo que no es posible ni recomendable eliminarla de forma total, no obstante, podemos reducirla de forma significativa.
A continuación, os explicamos algunas prácticas a tener en cuenta en esta época para conseguirlo:
Dieta en verano
En verano apetece seguir una alimentación más fresca y ligera para mejorar la digestión, que suele hacerse pesada y molesta con el calor. Esta tendencia, además, ayuda a controlar y reducir el sudor en verano, ya que las comidas copiosas o pesadas, muy condimentadas, picantes o grasas, contribuyen a que el cuerpo sude más al expulsar toxinas y al deber regular su temperatura.
Sin embargo, en verano también puede ser que consumamos alcohol y menos agua de la que necesitaríamos, por lo que debemos reducir las bebidas alcohólicas y aumentar la ingesta de agua, puesto que al estar hidratados, nuestro cuerpo controlará mejor su temperatura.
Higiene en verano
Durante el verano puede ser frecuente que nos duchemos más de una vez al día y en la mayoría de los casos, con agua fría. Es importante que nos duchemos por las mañanas y si es necesario, más veces a lo largo del día para controlar la sudoración, pero teniendo cuidado con los jabones escogidos. Si vamos a ducharnos más de una vez al día deberemos optar por geles antibacterianos o con pH neutro. Tras las duchas, deberemos secarnos bien para evitar la proliferación de bacterias en ambientes húmedos y hacer uso de antitranspirantes.
Acerca de la temperatura del agua, es un error ducharnos con agua fría, puesto que si nuestra temperatura corporal cambia de forma brusca, nuestro organismo intentará modificarla para seguir manteniendo una temperatura cercana a los 37º y empezará a sudar de nuevo.
Finalmente, la depilación en zonas como las axilas, promueve que el sudor no quede retenido y genere una humedad que sea caldo de cultivo de bacterias que causen bromhidrosis.
El entorno en verano
En verano podemos estar expuestos a la gran incidencia de los rayos del sol, que producen calor, así como de problemas de ventilación. Es importante que evitemos exponernos directamente al sol en las horas de más calor, y que a pesar de tener sistemas de ventilación como los aires acondicionados, ventilemos las zonas pequeñas como las estancias de nuestra casa o el coche para evitar que el aire se sobrecaliente.
El estado de ánimo en verano
El sudor puede estar producido también por factores internos como son el nerviosismo. El estrés o la ansiedad son reacciones que se producen cuando nuestro cuerpo se siente amenazado y se prepara para actuar. Para ello, se liberan las hormonas cortisol y adrenalina, que producen un aumento del ritmo cardíaco, de la oxigenación y con ello, del gasto de energía y aumento de la temperatura corporal. Por lo tanto, en verano, una época en que queremos aprovechar mucho el tiempo y puede ser que vayamos de un lado a otro con prisas, debemos relajarnos.
La ropa y el calzado en verano
En verano optamos por ropas más finas, cortas y ligeras para evitar el calor, pero también debemos tener en cuenta que para mejorar la sudoración, el tejido del que están hechas y su amplitud. Las ropas holgadas mejoran la transpiración y los tejidos naturales, como el algodón y el lino, a diferencia de las fibras sintéticas, no se enganchan a la piel y permiten una mejor transpiración y eliminación del sudor.
En cuánto al calzado, este también debe permitir que se transpire, evitando las suelas de goma y los zapatos demasiado cerrados.
Si deseáis saber cómo actuar frente a la sudoración este verano os invitamos a seguir los artículos de nuestro blog y a conocer nuestra gama de antitranspirantes.