Cuando pensamos en sudor suele venirnos a la mente el calor intenso del verano, sin embargo, aunque pueda pasar más desapercibido, también producimos sudor en invierno. El sudor es un proceso natural y necesario de nuestro cuerpo, ya que su función principal es la de regular la temperatura corporal y refrescar el cuerpo cuando esta aumenta.
Y seguramente os preguntaréis, “pero si en invierno hace frío, ¿por qué sudamos?”.
Desde Driosec, expertos en control integral de la sudoración, os explicamos por qué presentamos también sudor en invierno, qué efectos puede tener para nuestra salud y cómo podemos actuar ante él.
¿Por qué sudamos también en invierno?
Como ya hemos comentado, la sudoración tiene como objetivo regular la temperatura corporal cuando esta aumenta y así evitar consecuencias negativas para nuestra salud. Aunque generalmente se considera que la temperatura corporal puede aumentar debido a un aumento de la temperatura ambiente, hay muchas otras causas que pueden producirlo. Pasamos a detallarlas:
Temperaturas bajas y exposición a focos de calor
Aunque la temperatura exterior en invierno sea baja, en esta época del año también podemos estar expuestos a fuentes de calor como estufas y calefacciones, que aumentan la temperatura ambiente.
Cuando hace frío, nuestro cuerpo metabolismo se acelera, es decir, gasta mayor cantidad de energía para poder mantener el calor. Por ello, se recomienda consumir alimentos calóricos. Las calorías y lípidos de los que disponemos son el “combustible” que utiliza nuestro organismo, pues ante estos esfuerzos, el cuerpo precisa de más oxígeno, la frecuencia cardíaca aumenta y se gasta más energía. Este gasto de energía produce un aumento del calor corporal y con ello, la sudoración.
Forma de vestir
Las bajas temperaturas del invierno, junto a posibles precipitaciones y vientos, nos hacen optar por abrigarnos eligiendo prendas gruesas, vistiéndonos con varias capas de ropa u optando por materiales sintéticos.
Aunque muchas prendas invernales son de tejidos naturales y transpirables con buenas propiedades térmicas, como son la lana o el algodón, estas también nos aportan calor que crea una especie de “microclima” entre nuestro cuerpo y las prendas, en que la temperatura es más alta. Además, si nos exponemos ante focos de calor puede ser que vayamos más abrigados de lo necesario y sudemos.
Por otra parte, cuando llevamos más capas, podemos sentirnos apretados y sofocados con mayor facilidad.
Finalmente, el uso de prendas de tejido sintético dificulta la evaporación del sudor, porque no es transpirable. En estos casos, el sudor queda retenido y nos podemos sentir húmedos y fríos. Esto es aplicable no solo a la sudoración del cuerpo, sino también en la de pies, manos y cabeza, en el caso de los calcetines y el calzado, los guantes, gorros y bufandas.
Falta de hidratación y consumo de alimentos y bebidas calientes
Durante esta época, en vez de consumir alimentos o bebidas con menor temperatura que la corporal, y que refrescarían nuestro organismo, solemos actuar a la inversa, lo que hace aumentar nuestra temperatura interna.
Además, las bajas temperaturas producen que no tengamos tanta sensación de sed, por lo que podemos cometer el error de no hidratarnos lo suficiente. Si no bebemos suficiente agua, nuestro organismo no puede regularse de forma tan efectiva y entonces sudamos más.
¿Qué efectos puede tener el sudor en invierno para nuestra salud?
El sudor puede ser incómodo y molesto, sobre todo en casos de hiperhidrosis, en que la persona afectada se siente siempre empapada.
Recordemos que el sudor es en una elevada proporción (entre el 90 y el 99%) agua y que al secretarse queda en la superficie cutánea hasta que se evapora.
Si no se consigue transpirar y evaporar el sudor, este puede calar en la ropa y enfriarnos, lo que puede conducir a una hipotermia.
¿Cómo podemos actuar para prevenir el exceso de sudor en invierno?
Cómo en las demás estaciones, es recomendable que os vistáis con ropa transpirable, bebáis suficiente agua y evitéis los cambios bruscos de temperatura y los focos de calor intenso.
Hacer uso de camisetas especiales de interior que retengan el sudor también puede ser beneficioso, así como utilizar antitranspirantes.
Si precisáis mayor información sobre cómo controlar la sudoración y sus efectos, os recomendamos seguir los artículos de nuestro blog y os invitamos a conocer nuestra amplia gama de productos antitranspirantes.
Bibliografía
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